Archive for diciembre, 2011

Refranero del olivar

diciembre 29, 2011

De refranes y cantares, tiene el pueblo mil millares.

Del olivo y la aceituna existen numerosos refranes en toda la extensión del campo español. Existe un diccionario dedicado a la terminología del olivo, que contiene un apartado de más de 800 refranes españoles (castellano, catalán y gallego). Dedicados al olivo, la aceituna y el aceite, estos refranes aportan una importante etnografía que muestra cualquier costumbre o tradición (1). Al tener Arahal unas raíces aceituneras lejanas en el tiempo, casi todos los refranes que se incluyen podrían servir para acompañar su tradición histórica y su modo de vida, por mucho que predomine en ellos el aceite sobre la aceituna de mesa.

Aquí se muestran los refranes más conocidos, los que abundan en libros y referencias, aunque la mayoría están en desuso. Hay que recordarlos, teniendo en cuenta la antigüedad de algunos de estos refranes, que han ido acomodándose al paso del tiempo con dificultad. En muchos casos, se ha pretendido explicar su significado y se han incluido sus variantes.

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Refranes de la aceituna

Aceituna, una.

Aceituna, una, y si es buena, una docena. («Ex oleis unam: ex selectis oleis plurimas». Da a entender que aunque indigestas, son tan gustosas que es difícil no comer muchas)

Aceituna, una docena de docenas. (Variante del refrán anterior)

Aceituna, una, y si no son buenas, ninguna.

La aceituna, una; dos, mejor, y tres, peor.

Bromas y aceitunas, pocas o ninguna.

Aceitunas, una o dos; y si tomas muchas válgate Dios. (Este refrán y los anteriores aconsejan no abusar de las aceitunas. Algunas palabras, como “válgate”, indican la antigüedad del refrán)

Aceituna, una… carga de vino. (De una frase compuesta de dos partes: “Dijo un español: aceituna, una… carga. Y añadió un francés: de vino”)

Quien bebe en ayunas, mejor bebería con aceitunas. (Se refiere a beber vino)

Para beber mucho, mucha oliva y poco conducho. (Conducho: comida)

De aceituna, una, y de vino una laguna.

No bebas en laguna, ni comas más de una aceituna. (Aquí laguna tiene un significado distinto que en el anterior. Sus aguas no son muy saludables)

Agua y luna, tiempo de aceitunas. (Se refiere a la lluvia y la luna, estimulantes  para el cultivo de los olivares)

Aceituna comida, hueso fuera. (A olvidar el pasado infeliz)

Aceituna comía, hueso a la calle. (Una versión del anterior)

Aceitunas, agrias o amigas, pan en ellas.

Aceitunas amargas con vino se pasan. (Aplicado a los malos momentos)

Aceitunas agrias, el padre las comió y el hijo las caga. (Alude a la fatalidad de la herencia en los humanos)

Buena suerte la de la aceituna: en salmuera verde, o molida si madura.

Mas vale pan y aceitunas, que estarse en ayunas.

Aceitunas, y pan, y queso, eso tiene la corte en peso. (En el agro antiguo, tres recursos que formaban el capital de un agricultor. Existe un refrán similar, que dice: “Rábanos y queso traen la corte en peso”)

Llegar a las aceitunas. (En los siglos XVI – XVII las aceitunas eran tomadas de postre, por ello, cuando esta expresión se refería a alguien que llega tarde)

Quien llega a las aceitunas, aceitunas come, y no otra cosa. (Similar a a la anterior sobre la falta de puntualidad)

Aceituna cordobí para boca toledana no vale un maravedí. (Es un refrán utilizado en el siglo XVI)

Con aceitunas y pan caliente se muere la gente. (Advertencia alimentaria. Un refrán similar dice: “Agua fría y pan caliente, mata a la gente”)

Aceituna, una es oro, dos plata, la tercera mata. (Recomendación de comer con precaución las aceitunas. Pero también aconseja ser moderados en todo)

Aceituna cañivana, de aceite corta y de albejín larga. (“Cañivana”, un tipo de aceituna de mesa. Albejín es «alpechín», derivado aquí de la forma arabizada *bij(n, y no del romance, (al)pelín).

Aceituna lechín, mucho aceite y mucho albejín. (Lechín es un adjetivo referido al color blanquecino -color leche- de la pulpa de esta aceituna. Albejín, como en el refrán anterior)

Una a una se cogen la aceitunas. (Indica esfuerzo en el trabajo)

Quien coge oliva antes de Navidad, deja aceite en el olivar.

El que coge la aceituna antes de enero, deja aceite en el madero. (Una variante de la anterior: el madero es el olivo; la aceituna no llega aún a su tamaño ni a su maduración. Se refiere a la aceituna para aceite)

Por Santa Catalina, coge tu oliva. (Sta. Catalina es el 25 de noviembre. El refrán completo dice: “Por Santa Catalina, coge tu oliva y la vieja que lo decía, cogida la tenía”)

Por Santa Catalina todo el aceite tiene la oliva. (El mismo sentido que el refrán anterior)

Por Santa Catalina, sube el aceite a la oliva. Por San Andrés, subido es. (Por San Andrés, el 30 de noviembre, ya está la aceituna madura para la recolección)

Aceituna que quieras confitar, por San Martín la debes cosechar. (San Martín, el 11 de noviembre, indica otra fecha de la recolección, quizás en otra región)

Agua por la Virgen de Agosto, quita aceite y agua al mosto.

En Agosto, paga la aceituna el costo.

Para San Francisco, la oliva que cae es de recibo.  (San Francisco, 4 de octubre: ya empiezan a dar señales de estar maduras las aceitunas, pero no es el momento de la recolección, indicada para el mes de noviembre)

Una por San Juan y ciento por navidad. (Se refiere al estado del olivo por San Juan, 24 de junio: la aceituna apenas se ve en el árbol, pero en diciembre se centuplica)

Si por San Juan y San Pedro en tu olivar aceitunas hallas, una aquí y otra allá, buena cosecha habrá. (Si ya se ven aceitunas en el olivo por estas fechas, es buena señal)

Cuando el día de San Pedro vayas al olivar y veas una aceituna por aquí y otra por allá, vete a casa que aceite habrá. (Variante del anterior)

A últimos de noviembre, coge tu aceituna siempre. 

A la aceituna y al gitano no lo busques en verano.

En el tiempo de las aceitunas, tienen novio las sobrinas. (Alude a la actitud interesada de algunos)

Hasta las aceitunas zapateras, no falta quien las quiera. (Similar al anterior)

Fortuna y aceituna, a veces mucha, a veces, ninguna. (Se equipara la suerte en la vida con la cosecha, que puede ser buena o mala)

Aceite y aceituna, a veces mucha, otras ninguna. (Una variante del anterior)

De ruín aceituna no sale buen aceite. (El resultado de las malas intenciones)

Quien se coma la aceituna que cague el hueso. (Que se haga justicia)

La aceituna la da Dios, y el aceite no. (Indica el esfuerzo del trabajo)

La aceituna la da Dios, y el aceite, el maestro. (Variante de la anterior)

Más vale olivas que olivar. (Ser prudente y previsible, equivalente a «Más vale pájaro en mano que ciento volando»)

Oliva de un pie, Dios me la dé. (Lo que llaman estaca, olivo joven, a diferencia de garrote, que tiene dos pies, y tres más comúnmente)

No me digas oliva hasta que me veas cogida. (También se dice: «No me digas oliva hasta que me veas perdida». Significa que  queda siempre queda la última palabra)

Tener más huesos que un saco de aceitunas. (Estar muy delgado/a)

Cambiar el agua a la aceituna. (Orinar)

Echar aceite a la lámpara. (Comer)

Ser ensartado como una aceituna. (La muerte)

Bailar las cinco aceitunas. (Expresión usada para decir que se tiene dolor)

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Refranes del olivo

Flor del olivo en Abril, aceite para el candil. (Anuncia poca cosecha, por temprana y con riesgo de helada)

Flor del olivo en Mayo, aceite para el año. (En este caso la cosecha es mediana y servirá para gastar durante el año)

Flor del olivo por San Juan, aceite para entinajar. (Por San Juan, 21 de junio, la cosecha será abundante y se podrá almacenar, meter en la tinaja)

Flor de olivar en Abril, aceite para el candil; en Mayo, aceite para el año; y en San Juan, aceite para entinajar. (Variante, compuesto de los tres anteriores)

Mayo florido, en flor el olivo y granan los trigos.

El agua de Enero, hincha el olivar.

Olivar plantado en noviembre, él lo dice, aunque tú no le mientes. (Indica que es la mejor época para plantar olivos)

Quien tiene olivares y viñas, bien casa a sus niñas.

Blanquizares para viñas, que no para olivares. (Blanquizar es la greda, tierra arcillosa)

El olivar hace el bien, aunque le hagan el mal. (Se refiere a que hay que atocharle y cortarle las ramas viejas para renovarlo, y porque se varea para coger la aceituna del suelo)

El olivar, hacerte ha bien si le haces mal. (Variante del anterior)

El olivar y el potro, que los críe otro. (Dos cosas de larga y costosa realización)

Si alguna vez me olvidares, tálame aunque no me ares. (Dice el olivo)

Olivo, bruto, que a fuerza de palos da su fruto. (Aludiendo a la dureza del árbol y al vareo)

Si por San Juan y San Pedro en tu olivar aceitunas hallas, una aquí y otra allá, buena cosecha habrá. (El mismo refrán que hemos visto utilizado con la aceituna)

Cada mochuelo a su olivo. (Que es hora de recogerse a tiempo o que cada cual esté en su puesto, cumpliendo con su deber. También indica soledad. Diccionario de la R.A.E.)

Cada mochuelo a su olivo y cada puta a su rincón. (Variante de la anterior)

Olivo y aceituno, todo es uno. (Aplicado a quien pierde el tiempo buscando diferencias en cosas que son iguales, aunque tengan nombres distintos)

Olivo, vino y amigo, el mejor el más antiguo.

Vino, amigo y aceite, cuanto más antiguo más ferviente. (Variante del anterior)

Vino, amigo, aceite y tocino, son mejores los más antiguos. (Otra variante)

Pan de trigo, aceite de olivo y de parra el vino.

Para ser extra virgen: del olivo a la prensa y de la prensa a la despensa.

Sin tierras y olivares que seria de las ciudades.

Mas prestan sobre olivos que sobre pergaminos.

Moza fea con haza de olivos, encuentra marido. (Alude al interés y la codicia. Similar: «Hasta las aceitunas zapateras, no falta quien las quiera»)

Hacendado con olivos, un año en terciopelo y seis en cueros vivos. (Un año de buena cosecha y seis de malas)

El olivo es más agradecido que la gente, por cada beneficio te devuelve veinte.

Olivares de tu abuelo, higueras de tu padre y viñas de ti mismo. (Indica la duración de cada cultivo para sacarle beneficio)

Casa del padre, viña del abuelo y olivar del bisabuelo. (Variante del anterior)

Viña la que plantares y olivar el que heredares. (Variante del anterior: mientras más viejos los olivos, más valor)

El que planta un olivar, no ve nada de él. (Variante de los anteriores)

Al viejo y al olivar, lo que se les pueda sacar. (Alude al aprovechamiento y la ingratitud)

Mientras tengan frutos los olivos, serán sus amigos los estorninos. (Similar significado que el anterior)

Olivares, anda, anda, y no te pares.

La mejor tierra, para legumbres y cereales; la mediana, para viñas y olivares.

El mejor abono del olivar, la suela del zapato del amo.

Dice el olivar a su dueño: «Lábrame y límpiame bien, y con creces te lo pagaré».

El mayor de los pesares es arar con borrico los olivares.

Si a tu vecino quieres mal, mete las cabras en su olivar. (Mala convivencia entre vecinos. La cabra causa destrozos mordisqueando árboles)

Ni gato en palomar, ni cabra en olivar. (Similar sentido que el anterior)

El olivar que tu tienes es que te quiere casar. (Referido a una moza, esta es la frase completa: Anda diciendo tu madre que tienes un olivar ; el olivar que tú tienes es que te quieres casar…)

Pequeño olivar,  fortuna a guardar.

Verde es el olivar y verde ha de quedar.

Para el vareo: a las mujeres de frente, a los olivos de lado. (Actuar con energía y violencia)

Olivo, bruto, que a fuerza de palos da su fruto. (Similar al anterior)

Quien a los propios olivos varea, a su propio caudal apalea.

El olivo no es un presidiario; no lo trates con vara, sino con la mano.

Reniego del árbol que da fruto a palos.

Hazme pobre y te haré rico», dice al talador el olivo

Olivo varado, para otro. (Se dice refiriéndose a las viudas)

Ser más duro que un olivo. (Alude a la resistencia humana)

Tomar el olivo. (Frase de tauromaquia: guarecerse en la barrera (madera). También indica miedo.Diccionario de la R.A.E.) .

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Refranes del aceite

Aceite abundante, buen año por delante.

Aceite y vino, bálsamo divino.

Aceite y romero frito, bálsamo bendito. (Pondera las cualidades curativas de estos productos)

San Silvestre entinaja el aceite. (Se deja recogida la aceituna. Otro refrán: «Por San Silvestre , la última fruta y la primera flor»)

Deja ya San Silvestre entinajado el aceite. (Variante del anterior)

Por Santa Catalina todo el aceite tiene la oliva. (25 noviembre. El mismo refrán que se aplica a la aceituna)

Hasta Santa Catalina, no sube el aceite a la oliva. (Variante del anterior)

Año heladero, año aceitero.

Agua de Mayo, no da aceite y quita grano.

Aguas por San Juan, quitan vino, aceite y pan. (Lluvias en Junio)

El sol de Agosto, cría aceite y mosto.

Agua por virgen de Agosto quita aceite, pan y agua el mosto. (Lo contrario del anterior)

Cuando en invierno hace verano, ni vino, ni aceite, ni paja, ni grano.

Si hubiera dos abriles al año, no se cogería ni aceite, ni uva ni grano.

Mientras la aceituna está en el árbol, aceite está ganando.

Mientras la aceituna cuelga de su rama, aceite gana. (Variante del anterior)

El remedio de la tía Mariquita que con aceite todo lo quita.

La mejor cocinera, la aceitera.

La aceitera, muy dentro o muy fuera. (Doble sentido. Se refiere a La Aceitera, arrecife de la costa gallega, paraje peligroso del que hay que alejarse por mar y por tierra)

El que está en el molino es el que muele, y no el que va y viene. (El que trabaja una cosa es el que sabe de ella)

Quien el aceite mesura, las manos se unta. (Alude a quienes se aprovechan de intereses ajenos, y que quedan señalados)

Quien anda con aceite o con dinero, se pringa los dedos. (Variante de la anterior)

Con las maquilas casa el molinero a las hijas, y para el varón va quitando el maquilón. (Maquila viene del árabe y significa medida. Aquí se refiere a la cantidad que correspondía al molinero por la molienda de la aceituna. Como en este otro refrán: «Molino parado no gana maquilla»)

Cambiarás de molinero, pero de ladrón, no. (Indica la prevención del agricultor a llevar sus aceitunas a todos los molinos por miedo a que le roben aceite)

Cien sastres, cien molineros y cien tejedores, hacen justo trescientos ladrones. (Variante de la anterior)

Una vieja y un candil son la ruina de la casa. (En los dos casos hay un abundante gasto de aceite)

Sale más caro el candil que la vela. (Variante del anterior)

Llevar aceite a Andalucía, necedad sería. (Indica contradicción en la actitud humana)

Apagar con aceite el fuego. (Igual que la anterior)

Trabajando sin candil, se hacen hijos mil. (Engendrar hijos)

Matrimonio sin hijos, guiso sin aceite. (Importancia de los hijos)

Para llegar a saber, aceite del velón has de oler. (El olor que desprende la luz durante el estudio)

Para ser extra virgen: del olivo a la prensa y de la prensa a la despensa.

Si quieres llegar a viejo, guarda aceite en el pellejo.

Hombre fantasmón, poco aceite y mucho algodón. (Similar a «las apariencias engañan»)

Caballero de fantasía, velón de poco aceite y mucha «torcía». ( Torcía: torcida, hebra gruesa en el velón)

A lo que aceite de oliva hecho, sácole provecho.

Agua pasada no mueve molino. (Muy conocido refrán aconsejando no preocuparse por las cosas que ya han transcurrido y no tienen remedio)

El vino calienta, el aceite alimenta.

Al pan duro, duro con ello, y al pan caliente, con aceite. (Equivalente de «a las duras y a las maduras»)

El rancio es bueno en el vino, pero malo en el aceite y en el tocino.

Vino, amigo, aceite y tocino, son mejores los más antiguos. (Contradice al anterior)

Distinguir el aceite del pringue. (Tener juicio y sentido común)

El pez ha de nadar tres veces: en agua, en vino y en aceite. (Las dos etapas por las que pasa el pescado después del mar, el vinagre y la fritura)

Aceite de oliva, todo mal quita.

Aceite en lo alto, vino en el medio y miel en lo bajo. (Primero hace más al caso el aceite, luego el vino, después la miel: en el orden en que se sobreponen si se mezclan)

Aceite lo de encima, vino lo del medio, miel la del hondón. (Variante del anteror)

A la miel, golosas, y al aceite, hermosas. (Cosmética. Alude a los ungüentos hechos con aceite)

Aceite de cepas, marido que me afino.

Acudir como lechuzas al aceite. (Interés, codicia)

Aceite, hierro y sal, mercadería real.

Aceite y vino y amigo en lo antiguo, y añejo el tocino.

Con aceite de candil, mil males curar vi.

Dolores, aceite dentro, aceite fuera.

Si te duele la barriga úntale con aceite de oliva, y si no se te quita el mal, reluciente se te pondrá.

Untate con aceite, que si no sanares, te pondrá reluciente. (Variante del anterior)

Bendita la aceitera que da para casa y para fuera. (Capacidad de resolver los problemas con facilidad)

Echar aceite a la lámpara. (Comer. Intentar que algún asunto no se acabe o extinga)

Dejar freír en su aceite. (No empeñarse con testarudos, dejar que piensen lo que quieran)

Nada como el aceite sobre el agua. (Personas que siempre salen airosas de los problemas)

Llevarse como el pan y el aceite. (Llevarse de maravilla con alguien).

Son como el aceite y el vinagre. (Lo contrario)

Separados, como el agua y el aceite. (Variante del anterior)

Como una balsa de aceite. (Cuando algo está en calma o controlado).

Sabe más que el aceite rancio. (El aceite rancio se hace por ser viejo, sabe más que un anciano).

La verdad como el aceite, queda encima siempre.

La verdad, como el aceite, siempre sale a flote. (Variante del anterior)

El aceite y la verdad quedan arriba. (Variante del anterior: que al final siempre se sabe la verdad).

La mancha de aceite, paso a pasito se extiende. (Se refiere a la murmuración)

Más mancha una gota de aceite que cien cántaros de agua. (Similar a la anterior)

Nadie murmure de nadie, que somos de carne humana, y no hay pelleja de aceite que no tenga su botana. (Botana es remiendo de cuero para que no se salga el aceite)

Caro como el aceite de Aparicio. (Utilizado para expresar que algo es caro).

El aceite es armero, relojero, cerrajero y curandero.

Echando mucho aceite en la sartén, cualquiera fríe bien.

Con mal vinagre y peor aceite, buen gazpacho no puede hacerse. (Estos refranes culinarios tienen doble sentido, aplicados a personas y cosas: no puede salir nada bueno de unos malos principios)

La ensalada bien salada, poco vinagre y bien aceitada.

La ensalada, salada, aceitada, y por mano de loco meneada.

En habiendo vino, aceite y manteca de cerdo, media botica tenemos.

Gazpachillo de pobres, de aceite, vinagre, sal, cebolla y agua se compone.

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Temas relacionados: Ver en estas páginas Aleluyas del olivo

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Notas

1.- En Antonio Pamies Betrán y Kamilla Tutaeva: «El árbol como referente linguo-cultural y su huella fraseo-paremiológica», que aparece en la obra La fraseografía del s XXI (Frank & Timme GmbH, 2010)

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Bibliografía: Diccionario de la R.A.E. Real Academia Española de la Lengua.

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Feliz Navidad 2011

diciembre 19, 2011

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Feliz Navidad 2011 a todos los lectores de estas páginas sobre Arahal

José Mª Jiménez

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Arahal durante el Sexenio Revolucionario y la 1ª República

diciembre 11, 2011

A través de la prensa de la época conocemos datos de la historia de Arahal durante el Sexenio Revolucionario, el período de 6 años que transcurre entre la revolución de 1868 y el final de la Primera República en 1874 (1).

Habían pasado sólo doce años de los sucesos de Arahal de 1857. España vivía una grave crisis económica desde 1866, financiera, agraria e industrial, a la que se sumaba el deterioro del sistema político monárquico. En esta situación estalló la revolución de 1868, La Gloriosa, que obligó a la reina Isabel II a exiliarse en Francia. El espíritu revolucionario que la había derrocado tenía que encontrar una forma de gobierno. En 1869 era promulgada por las cortes una constitución de corte liberal.

Arahal, durante estos seis años (1868–1874) en los que se intenta crear en España un sistema de gobierno revolucionario, se vera inmersa en la alteración política, como muchas poblaciones españolas.

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Podemos seguir los acontecimientos de Arahal reflejados en la prensa de esos años:

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1 El «movimiento republicano» de octubre del 69

En 1869 parecía que iban a repetirse en Arahal los sucesos del 57. A comienzos de octubre existía gran agitación con movimientos revolucionarios en la provincia de Sevilla, algunos sofocados por el ejército y las fuerzas del orden, otros no. Los  grupos de revoltosos de cada pueblo trataban de hacerse fuertes uniéndose a los del pueblo vecino para poder enfrentarse a las autoridades. Se organizaban apropiándose del dinero del ayuntamiento e incautaban las armas que encontraban en la población. Uno de estos grupos, formado en Carmona, desembocó  como partida revolucionaria en Arahal. Así lo cuenta La Correspondencia de España del 7 de octubre: “Parece que el plan de los insurreccionados era salir en la noche del martes a reunirse con partidas del Arahal y Marchena para dirigirse a Osuna…»

Lo que ocurrió a continuación, el dia 5 de octubre, lo describe el periódico La Iberia:

«Ayer recibimos detalles del movimiento republicano del Arahal, pueblo de la provincia de Sevilla, situado entre la capital y Osuna. La Revolución Española, periódico de Sevilla, se expresa en los siguientes términos: «El martes 5, a las once de la noche, se enarboló en aquella importante villa la bandera republicana federal, procediéndose por los sublevados a incautarse de los fondos existentes en las arcas del Municipio, recogiéndose todas las armas y caballos del vecindario, sorprendido por la actitud de aquellas gentes, forasteras en su mayor parte, y cortándose por una comisión de los jefes la vía férrea y la comunicación telegráfica. Al amanecer el miércoles salió la gavilla, compuesta de unos cuarenta hombres a caballo y como hasta doscientos infantes armados con malísimas escopetas, y casi todos poco prácticos en sus manejos. Ya en el mismo día se desertaron más de veinte, contando que los federales de Paradas y Marchena faltaron a sus compromisos, pues del primer punto, Paradas, se incorporaron a la partida trece hombres, y uno sólo de Marchena, si bien se han recogido los fondos en aquel Ayuntamiento y en la Puebla de Cazalla. El diputado Fantoni capitaneaba la turba, haciendo de segundo el ciudadano Navarrete, comandante de la guardia municipal de Marchena. El presbítero Pedregal, más fanático político que hombre capaz de cierta especie de excesos, arengó al tropel armado, encargando respeto a personas y propiedades. No hacían un misterio los republicanos de que el punto de cita y concentración era Osuna, donde Zamora, alcalde y hombre de armas tomar, les ofrece poderosos auxilios; pero según dicen arrieros y trajinantes que han encontrado la partida a corta distancia de Osuna, lejos de aumentar, disminuye el guarismo de los insurgentes.»

Lo arriba descrito hace pensar en una repetición de los hechos sucedidos en 1857. Una partida invade el pueblo, amenazando y atropellando la propiedad privada y municipal. Es de noche, hay mucha gente forastera entre los manifestantes, y los habitantes del pueblo seguramente  recordarían lo sucedido sólo doce años antes. Con ellos aparece El cura Pedregal, curioso personaje arahalense ya tratado en estas páginas (2).

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2 Un ayuntamiento de «real orden»

El Ayuntamiento que había en Arahal a finales de 1869 era una corporación impuesta por el gobierno con el pretexto de evitar «desordenes republicanos». Este proceder era habitual, sobre todo con la fama que arrastraba el pueblo entre las autoridades. El ayuntamiento nombrado, un «ayuntamiento de real orden», estaba dirigido por el partido moderado, que no quería dejar el mando y cederlo al legítimo, elegido en sufragio universal. Así lo contaba el periódico liberal La Discusión del 23 de diciembre del 69:

«Esta corporación, que por lo visto halla en el mando sabrosas delicias, quiere a todo trance continuar en él. De aquí el tumulto, la intervención de la fuerza y del juzgado, las visitas domiciliarias, la recogida de armas. Y todo ¡por qué? porque unos cuantos muchachos gritaron: ¡viva la libertad! ¡Pues qué! ¿ya no sólo es ilícito ser republicano, sino que lo es también ser liberal?…  El municipio legítimo del Arahal debe acudir a los tribunales, pedirles su reposición…»

Proclamación de la Primera República en el Congreso (La Ilustración 1873)

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3 Arahal, tradición republicana 

D. Emilio Castelar, uno de los presidentes de la Primera República escribía en una carta a El Imparcial sobre “la república tradicional en España”, a lo que contestaba el periódico:

“¡Las tradiciones republicanas de España! ¿Dónde se hallan? ¿En Cataluña en 1848? ¿En Loja y el Arahal en 1857? ¿En Málaga, Jerez y Cádiz en 1869? ¿En Barcelona, en Montilla, en Alcoy, en Alicante, en Sevilla y en Cartagena en 1873?…”

Durante todo el Sexenio Revolucionario fueron abundantes las citas del Arahal del 57 en el Congreso y la prensa nacional, generalmente como modelo a evitar.

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4 El cantonalismo andaluz: la milicia urbana de Arahal

En el año en que se implanta la República aparece el cantonalismo, una insurrección regional y ciudadana que aspiraba a dividir el país en cantones casi independientes. Esto se produjo en los meses de verano, después de proclamada la Primera República en febrero,  causante de la situación con una serie de gobiernos vacilantes y sin apoyo popular (3). Ante la pugna entre republicanos federalistas o unitarios, el cantonalismo apareció de forma intensa en varios lugares de España, no limitándose sólo a Cartagena como se tiende a pensar (4).

La insurrección cantonal en Andalucía fue importante, estallando tras la toma de posesión de Salmerón como presidente republicano, cuando los federalistas intransigentes se retiraron de la Cámara. Lo fue especialmente en Sevilla, Cádiz y Granada. No se produjo en Córdoba, Huelva, Almería y Jaén, por varias razones. En Málaga hubo una especie de cantón fiel a la Asamblea de Madrid.

Mapa de España con las zonas de mayor cantonalismo (rojo)

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En Sevilla se proclamó el 19 de julio de 1873 el “Manifiesto del Cantón Andaluz”, que pedía un gobierno republicano federal y la defensa de “la moral, la justicia, el derecho, la propiedad y la familia”. Contenía una serie de planteamientos burgueses, desde una visión claramente federal andaluza. El Manifiesto se dirigía a las poblaciones sevillanas de esta manera: “Pueblos de la provincia, ciudadanos de toda Andalucía, responded al llamamiento de vuestros hermanos de ésta, secundándonos con el mayor entusiasmo” (5)

Otro Manifiesto le sucedió en pocos días. El 21 de julio de 1873 se firma en Despeñaperros el Manifiesto “A los federales de Andalucía”, en el que se arremete contra un gobierno “centralizador” y se pide “la inmediata formación de los Estados confederados”. (6) (7)

¿Qué papel jugó Arahal aquel verano que irrumpió el cantonalismo?. Desde un principio, todos los pueblos de la provincia se habían adherido al movimiento  separatista que dirigía la Junta de Sevilla. Ésta, uno de los primeros acuerdos que tomó fue nombrar delegados que saliesen a los pueblos para destituir los ayuntamientos y nombrar comités adictos. La actitud cantonalista en los pueblos dependió de varios factores, entre ellos la ideología política que predominaba en el ayuntamiento. En Marchena, no fue necesaria la ayuda exterior para implantar el cantón, ya que el gobierno municipal estaba formado por voluntarios federales. En Utrera, el ayuntamiento defendió el derecho de nombrar Junta revolucionaria sin intervención exterior y llegó a independizarse de Sevilla. En cambio, pueblos como Osuna, Dos Hermanas o Morón se proclamaron abiertamente anticantonalistas, e intentaron evitar la difusión de las noticias sobre la revolución.

Respecto a Arahal, con una corporación de tendencia federalista, leemos: «En otros pueblos, como El Arahal, se contaba con un federalismo avanzado. La proclamación del cantón independiente fue secundada por unos 600 voluntarios, constituyéndose la Junta revolucionaria con parte de los concejales electos tras las elecciones municipales que aún no habían tomado posesión del cargo, cinco de ellos federales-socialistas». (En Identidad Andaluza: La revolución cantonal. II parte)

Una ilustración satírica de la época en que se ve a la República solicitada a su derecha por un burgués, que quiere que sea unitaria, y a la izquierda, por un obrero, que la desea federal.

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5 Disuelta la Junta Revolucionaria de Arahal

A finales de julio la insurrección cantonalista tenía sus días contados. El general Pavía enviado por la República, acabó en dos meses, agosto y septiembre, cualquier resistencia. En su libro Pacificación de Andalucía, publicado en 1878  explica claramente las razones de su intervención militar: “La anarquía y el cantonalismo en Andalucía tenía que decidir la suerte de España. Si aquel era vencedor, todo el país se haría cantonal; pero si era vencido, el cantonalismo desaparecería y la faz de España cambiaría, porque la disciplina resucitaría, el principio de autoridad adquiriría vigor y prestigio, y el Gobierno cobraría fuerza moral y material” . (8)

El General Pavía. (Manuel Pavía y Rodríguez de Alburquerque.  Cádiz, 1827 – Madrid, 1895)
 

Respecto a Arahal, leemos en el periódico republicano La Discusión, un telegrama del gobernador al ministro de Madrid, referido a la junta revolucionaria del pueblo, disuelta al mismo tiempo que todas las de la provincia:

“Gobernador a ministro Gobernación.- Disueltas juntas revolucionarias del Arahal, Marchena, Paradas y otros pueblos importantes provincia. Extinguidas en ésta todas: continúan prisiones y recogida armas. Renace tranquilidad. Recibo noticias de entrada tropas San Fernando, refugiándose insurrectos en Cádiz. “ (Sevilla 3 agosto 1873, publicado en La Discusión, 5-8-73)

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Fín de la Primera República. Entrada de las tropas del general Pavía en el Congreso de los Diputados el 3 de enero de 1874. Pavía, sorprendido, preguntó: «Pero señores, ¿por qué saltar por las ventanas cuando pueden salir por la puerta?».

 

 

Notas

1.- El Sexenio Democrático o Revolucionario transcurre entre el triunfo de la revolución de septiembre de 1868 hasta el pronunciamiento de diciembre de 1874, que supuso el inicio de la etapa conocida como Restauración borbónica. Momento de gran agitación, intensificado además por el movimiento obrero, una guerra carlista y la cuestión de Cuba, iniciada en esa época.

2.- El cura Pedregal (Antonio Pedregal y Guerrero: 1840-1906) en estas páginas. VER

3.- El cantonalismo comenzó en julio de 1873 a causa de la retirada de las Cortes de la minoría federal intransigente. La insurrección se inició en Cartagena el 12 de julio y se extendió por varias regiones, como Valencia, Andalucía, Murcia, Salamanca o Ávila. Dimitido Pi y Margall el 18 de julio, y elegido Salmerón para sucederle en la presidencia, estalla el levantamiento cantonal, que viene a coincidir con otra guerra carlista, la tercera, iniciada en 1872.

4.- La causa de que Cartagena sea la más conocida -y casi única- insurrección cantonal se debe, según algunos autores, a la difusión de este hecho en las obras de B. Pérez Galdós. Otorgando exclusividad al cantón de Cartagena,  quedaron ocultos otros lugares, entre ellos los del complejo cantonalismo andaluz.

5.- El “Manifiesto del Cantón Andaluz” puede leerse en C. E. Lida, Antecedentes y desarrollo del movimiento obrero español (1835 – 1888). Textos y documentos. Madrid. Siglo XXI. 1973, pág. 363. El cantón de Sevilla se forma a partir de las elecciones de 1868, cuando los republicanos federales de Sevilla eran los más fuertes y populares. Consiguieron tener siete batallones de milicias, que fueron eliminadas por las fuerzas del general Pavía el 30 de julio de 1873. El cantonalismo andaluz fue el producto de la burguesía republicana federal unida al movimiento obrero, que se oponía al republicanismo conservador.

6.- Para conocer bien el proceso histórico del federalismo andaluz, hay que remontarse a principios del s XIX. Ya en 1835 se constituyó una Junta Suprema de Andalucía, con un ejercito propio, para derrotar al absolutismo español. Más tarde, en la revolución de 1868, conocida como Gloriosa o Septembrina, algunos políticos plantearon un ideal federalista, o mejor confederalista, de toda Andalucía. Pero no tuvo ningún eco. Al año siguiente, en 1869, se firma un “Pacto Federal de las provincias de Andalucía, Extremadura y Murcia” en el que se considera la República federal “como el único sistema de gobierno adecuado a la doctrina democrática”. A esto hay que sumar los dos Manifiestos de 1873 en el periodo cantonalista. Abortados los sentimientos federales por el general Pavía, habrá que esperar a a 1883 para ver como se crea la Constitución de Antequera, que vuelve a insistir en un Estado Confederal Andaluz. Y por último, en el siglo siguiente, cuando se plantea la propuesta utópica de Blas Infante en su proyecto de 1931, de un Estado libre de Andalucía.

7- En el Manifiesto “A los federales de Andalucía” podemos leer: En Despeñaperros, histórico e inexpugnable baluarte de la libertad, se enarboló ayer, por las fuerzas federales que mandan los que suscriben, la bandera de la independencia del Estado Andaluz. Terminemos, pues, nuestra obra. Completemos la regeneración social y política de esta tierra clásica de la libertad y de la independencia…” El Manifiesto es una dura crítica al gobierno republicano, “los traidores de la República” y a los  que controlan el poder desde la “Revolución de Setiembre”, afirmando la necesidad de la confederación.

8.- M. Pavía y Rodríguez de Alburquerque, Pacificación de Andalucía, 1878. Pavía reunió un ejército de unos 3.000 hombres, suficientes para reducir gradualmente los desorganizados y mal armados cantones andaluces. Córdoba, Sevilla y Cádiz fueron cayendo una tras otra. Otras ciudades resistieron algún tiempo más, como Málaga, y sobre todo Cartagena, que resistiría hasta enero de 1874.

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Bibliografía

– “Cantonalismo y federalismo en Andalucía: el manifiesto de los federales de Andalucía” de Juan Antonio Lacomba (2001). Está en internet en PDF.

– El “Manifiesto del Cantón Andaluz” puede leerse en C. E. Lida, Antecedentes y desarrollo del movimiento obrero español (1835 – 1888). Textos y documentos. Madrid. Siglo XXI. 1973, pág. 363.

– M. Pavía y Rodríguez de Alburquerque, Pacificación de Andalucía, 1878. Se pude leer en una reedición facsímil en F. Baena Ed. Córdoba,1983.

El Imparcial, La Discusión, La Época y otros periódicos citados, en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de Madrid.

– Identidad Andaluza: La Revolución Cantonal en Andalucía. II Parte. (internet)

– Martínez Shaw, Carlos: «El cantón sevillano». Archivo Hispalense nº 170. 1972

– Arias Castañón, Eloy: «Federalismo y cantonalismo en la Sevilla de la Primera República». 1989. PDF.

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